Tres grupos de científicos, trabajando independientemente, han coincidido en la detección de metano en el planeta Marte, y piensan que éste sería producido por bacterias. En el caso del metano que existe en la atmósfera de la Tierra, se puede asegurar que proviene de bacterias metanogenas, que normalmente digieren materia orgánica y excreta metano como subproducto. Pero también el metano existe en los depósitos fósiles de gas, pudiendo detectarse en las turgencias y fisuras de la superficie de Tierra o en los fondos marinos, lo que también ha sido producido por descomposición orgánica. El único metano de la Tierra que se puede considerar de origen inorgánico, es el que surge de los volcanes o de las surgencias geotérmicas.

En el caso de Marte, el origen del metano podría provenir de la formación geológica del planeta, pero para eso habría que aceptar que habría volcanes activos. Pero si el metano descubierto fuera de origen biológico, habría también que aceptar la existencia de bacterias productoras.


Tres descubrimientos casi simultáneos

El hecho es que la Agencia Europea del Espacio descubrió recientemente la existencia de metano en Marte. Un equipo dirigido por Victorio Formisano del Instituto de Física y Espacio Interplanetario, en Roma, hizo el hallazgo usando el Espectrómetro Planetario Furier, instalado a borde la nave Mars Express, que ha estado orbitando el planeta. Mediante este instrumento se pudo detectar una muy pequeña cantidad de metano, en el orden de 10.5 partes por billón. A su vez Michael Mumma de NASA, también entregó resultados similares durante la reunión anual de la American Astronomical Society, celebrada en Septiembre del año pasado. Ellos detectaron el metano mediante el espectrómetro instalado en el observatorio en el Cerro Pachón en Chile y en el telescopio de Mauna Rea en Hawaii.

También un tercer grupo, dirigido por Vladimir Krasnopolsky y sus colegas de la Universidad Católica de América en Washington, usando el telescopio Canadá-Francia-Hawaii, entregó resultados similares en la reunión de la Sociedad Geofísica Europea. La concentración fue también similar, de 10 partes por billón.

El hecho que tres equipos de investigadores, independientemente haya encontrado metano en Marte, hace muy valido este hallazgo. Lo importante es saber de donde viene este metano. Hay que señalar que el metano no puede persistir por mucho tiempo en la atmósfera de Marte, por la intensa luz solar que el planeta está constantemente recibiendo, que lo haría reaccionar con los iones hidroxilos, formando agua y CO2. Necesariamente hay que aceptar que el metano está allí por siempre y que por el contrario se estaría formando "ahora", y que por lo tanto tiene que existir una fuente que los produzca.

Al respecto hay varias alternativas. Podría ser metano primordial, atrapado en reservas subterráneas y que lentamente se ha estado filtrando a la atmósfera. Ello parece poco probable, dado que la calidad atrapada debería haber sido muy grande como para que filtrara sin agotarse por los cuatro mil millones de años en que se calcula la edad de Marte. Una segunda alternativa es que provenga de volcanes o de reservorios geotérmicos, donde podría estarse formando metano inorgánicamente. Pero hasta ahora ninguna nave de las muchas que han visitado Marte ha encontrado evidencias de calor que esa actividad volcánica debiera producir. Otros sugieren que cometas que contengan 1% de metano podrían estar trayendo el gas al planeta. Pero tampoco hay evidencias que cometas hayan estado impactando la superficie de Marte en forma regular, como para mantener allí el abastecimiento constante de metano.

Siendo improbable el origen inorgánico del metano, habría que pensar que la fuente fuese metano fósil, que en el pasado hubiese sido producido por un proceso vital de descomposición (bacteria) y que ahora estuviese apareciendo en su superficie filtrando a través de hendiduras, volcanes o lavas fangosas.

Sin embargo, de acuerdo a cálculos desarrollados por el equipo de Krasnopolsky, si todas estas fuentes estuvieran activas, la concentración de metano habría sido 30 veces más baja que lo que en realidad ha sido detectado. "Nuestra conclusión es que el metano se está formando ahora en Marte por bacterias metanógenas", dijo Krasnopolsky. "Este hallazgo lo consideramos como una evidencia en favor de la existencia de vida en Marte".

Esto es un punto de vista controversial, pero no imposible. Si bien es cierto que la presente superficie marciana se ve como absolutamente desprovista de vida (en la forma que nosotros concebimos la vida), en el pasado pudo haber existido agua en abundancia y muy posiblemente aún podría sobrevivir vida enterrada profundamente en reservorios acuíferos de permafrost, y el metano podría ser el subproducto de su metabolismo. "Hay razones para pensar que tanto el agua, como la temperatura bajo el punto de congelación, han podido persistir hasta los tiempos actuales, enterrada desde un kilómetro a varios kilómetros por debajo de la superficie" dice Clifford. "Si este fuera el caso y la vida se hubiera adaptado a este tipo de ambiente, esta sería enormemente estable".

La próxima etapa es averiguar de dónde proviene el metano. Los investigadores están ahora tratando de determinar las variaciones de la concentración del gas para ubicar cualquiera fuente que se pudiera detectar. Es también vital determinar si la fuente es orgánica o inorgánica. Una forma de avanzar en este sentido es medir en el metano, la relación de isótopos del carbono 12 y carbono 13 que contenga. En la Tierra la proveniencia del metano de origen vivo, preferentemente utiliza el carbono 12, de modo que en los compuestos de metano de orgánicos hay una mayor concentración de carbono 12 con relación al carbono 13, la que es inversa en el metano de origen inorgánicos. Desgraciadamente esta determinación no puede hacerse desde los telescopios ubicados en la Tierra, y habría que esperar que el instrumento esté montado en otra nave que viaje a Marte en un futuro próximo.